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(2014)

Cerámica y fotografía.

Las llamadas personas con “manos verdes” tienen éxito con sus plantas porque no solo las cuidan correctamente, si no que demuestran realmente amarlas. Ese amor que muchos de nuestra generación recibimos durante nuestra crianza de padres y abuela/os jardinera/os es el que hoy en día continuamos gracias a su ejemplo.

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Esta producción se constituye a través de 4 regaderas de cerámica modelada y una selección de 12 macro fotografías.

En las piezas de cerámica se buscaron técnicas que permitieran mantener viva la vegetación tanto en el interior como en el exterior de las regaderas. Para los interiores se utilizaron esmaltes y vidrios fundidos, de esta manera pueden contener agua y plantas acuáticas. En la paredes de los exteriores se busco mayormente la textura del bizcocho sin esmalte para facilitar el crecimiento de musgo y líquenes. También se utilizo hierro para las hazas.     

El objeto “regadera” es tomado como elemento representativo del jardín. Se simboliza a través de ellas no solo explícitamente el cuidado las plantas de cualquier jardín, si no también refiriendose a un deseo de conciencia ambiental colectiva. 

Las regaderas no se despiden de su contexto, (como es el caso del arte objetual) toman otras dimensiones, refuerzan su función y significado y se cargan de nuevos simbolismos.

 

Fotografías: Marina Naipí Herrera, Sofía Schiavoni y Suyay Herrera.

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